Marzo 19, 2024
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El Señor Jesucristo Es Unico

 
 

Esaú Crespo

Introducción:

Este es uno de los pasajes más destacados sobre el advenimiento del Mesías prometido al pueblo de Israel y por extensión, al mundo entero. El profeta Isaías está enfatizando el cruento sufrimiento que el Hijo de Dios iba a experimentar en su primera venida a la tierra para redimir a la humanidad. Los intérpretes judíos no entendieron que este pasaje se estaba refiriendo al Mesías prometido. Cuando leemos el libro de Hechos capítulo 8 donde el evangelista Felipe comparte la Palabra de Dios con el eunuco nos damos cuenta que el etíope estaba leyendo este pasaje donde supone que el texto se estaba refiriendo al profeta Isaías o algún otro. La lectura nos sugiere que el eunuco estaba familiarizado con las Escrituras hebreas y, posiblemente, con las interpretaciones rabínicas del texto del Antiguo Testamento. Felipe, inspirado por el Espíritu Santo, le hace ver a su interlocutor que el pasaje de Isaías 53 se está refiriendo exclusivamente al Señor Jesucristo, nuestro bendito y divino Salvador eterno. Isaías 53 nos enseña que el Señor Jesucristo no tiene comparación ni con criaturas angelicales porque el fue cien por ciento humano; Ni con criaturas humanas porque el es cien por ciento Dios. Veamos, pues, las enseñanzas del Texto sagrado en cuanto a la persona gloriosa del Salvador Jesucristo. El pasaje nos sugiere cuatro razones poderosas del por qué el Señor Jesucristo es único:

I. Por Su Origen Divino (53:1,2a).

  • El origen del hombre es terrenal, pero el de Cristo es celestial. (Ver Juan 3:31-36).

    En nuestra tradición cristiana se nos enseña cada 25 de diciembre que Jesucristo nació en el pesebre de Belén, pero la Biblia nos enseña que el origen del Señor Jesús no es el pesebre de Belén; en realidad, el Nuevo Testamento, particularmente en el pensamiento juanino y el paulino, nos remonta a la eternidad donde la mente finita humana no alcanza a comprender la inmensidad del infinito. San Juan nos dice que "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios". (Juan 1:1) De manera que nuestro Señor Jesucristo es eterno como eterna es la Deidad. Los seres humanos, independientemente de lo encumbrado que seamos, tenemos un principio y un final, pero el Señor Jesucristo es el Alfa y la Omega; es decir, todo comienza y termina con Él. ¡Qué bendición para el ser humano tener al infinito Dios y depositar en sus fieles y poderosas manos el destino eterno del alma humana! La Biblia nos enseña, pues, que el origen del Señor Jesucristo es celestial y no terrenal.

  • El hombre es concebido en pecado (Salmo 51:5), pero Cristo fue concebido inmaculado (Ver I Pedro 1:18-20).

    La Biblia es clara al enseñarnos que por causa de un hombre (Adán) entró el pecado y con el pecado vino la muerte y así la muerte pasó a todos los hombres por cuanto todos pecaron. De manera que la Escritura encierra a todo el género humano bajo la maldición del pecado. La experiencia nos enseña que nos acompaña la marca de la maldición del pecado. Pero la Biblia enseña que Jesucristo fue concebido sin pecado. Cuando se menciona la doctrina cristiana de la Inmaculada Concepción se está refiriendo a la concepción del Señor Jesucristo en el vientre de su madre terrenal, María, pero nunca la Biblia enseña que haya una inmaculada concepción para la madre del Salvador.

    ¿Qué sobre la doctrina católica romana sobre la inmaculada concepción de María en el vientre de su madre? (Lucas 2:21,22,23; Levíticos 12:1-8). Los pasajes anteriores nos enseñan sobre la visita que José y María hicieron al templo para circuncidar al bebé. El pasaje dice que ellos ofrecieron una ofrenda para la "purificación de ellos". ¿Quiénes son "ellos"? Obviamente en la palabra "ellos" no está incluido el santo niño, puesto que la Biblia claramente enseña que en la concepción del niño Jesús no hubo intervención de hombre, sino que fue concebido por obra del Espíritu Santo. Sólo nos quedan dos personas que entran en el concepto "ellos", José y María. Pero si leemos con atención Levítico 12 nos damos cuenta que la inmundicia por causa del alumbramiento no está enfocada en el hombre, sino en la mujer que es la que da a luz. De manera que la doctrina católica de la Inmaculada Concepción refiriéndose a Maria no tiene ningún fundamento en la Santa Biblia que es la Palabra de Dios.

    La frase "salve, llena de gracia", (Lucas 1:28 versión Nácar Colunga) que fue la que el ángel Miguel dijo a la virgen María en la salutación no es alabanza para la criatura humana, sino para el Salvador (Romanos 5:20). San Pablo dice que cuando abundó el pecado también abundó la gracia. De manera que la Biblia no da ningún fundamento para elaborar un andamiaje teológico enfocado en la exaltación de María. La Biblia exalta la persona de nuestro Señor Jesucristo presentándolo como el único Salvador de los hombres.

  • El hombre nace para el sufrimiento y la muerte (Job 14:1-6), Cristo nació para ser Rey eterno (Lucas 1:26-33; 53:2b-4). En segundo lugar veremos que el Señor Jesucristo es único...

II. Por Su Ministerio Sufriente (53:2b-4).

Claramente lo dice el patriarca Job "que el hombre nacido de mujer es corto de días y hastiado de sinsabores". Todos los hombres en algún momento de nuestra existencia tenemos que experimentar el dolor, unos más que otros, pero siempre sufrimos, pero por terrible que sea nuestro sufrimiento siempre sufrimos en el papel de pecadores, pero el sufrimiento de Jesucristo fue como Dios, inocente, puro, hecho más sublime que los cielos. Los evangelios nos dan en detalle los sufrimientos del Hijo de Dios:

  • Pobrezas.

    No es gran problema que un pobre siga siendo pobre, pero si es trágico que un millonario de la noche a la mañana se convierta en un necesitado. El Señor Jesucristo que es el autor de la creación y dueño de todo el oro y la plata vino a este mundo a vivir como pobre: nació en un pesebre, se ganó el pan como un simple carpintero, sostuvo su ministerio con la ayuda de personas bondadosas, entró a Jerusalén en un asno prestado, celebró la Pascua en una casa prestada, cargó una cruz que no era suya, fue envuelto su cuerpo en una sábana prestada y fue sepultado en una tumba prestada. El apóstol Pablo dice que el Señor Jesucristo se hizo pobre para que nosotros con su pobreza fuésemos enriquecidos.

  • Desprecios.

    En Juan Cáp. 1 se nos dice que cuando alguien afirmó que Jesús era originario de Nazaret, Natanael dijo: "¿De Nazaret puede salir algo de bueno?" ¡Qué desprecio!

  • Insultos.

    A Jesucristo lo acusaron de ser el mismo diablo. Los insultos de sus enemigos detractores llegaron al colmo de que a Él se le llamó "el hijo de María" (Marcos 6:3) que en la mentalidad hebrea equivale a nuestra ofensiva palabra castellana "bastardo" o "hijo de fornicaria".

  • Amenazas.
  • Violencia.

    El tiempo nos faltaría para mencionar toda la información que nos da los Evangelios en cuanto a los terribles sufrimientos que experimentó el Señor Jesucristo, pero lo mencionado anteriormente es suficiente para entender cuanto sufrió nuestro bendito Salvador para que los pecadores tuviéramos la esperanza de la vida eterna.

III. Por Su Muerte Vicaria (53:5-10a).

Desde el Génesis hasta el Apocalipsis es contundente la aseveración bíblica de que la muerte del Señor fue a favor del género humano y que, si el Señor no hubiera muerto en la cruz, ningún pecador tendría esperanza de salvación. Sabemos que los romanos aplicaban la muerte de cruz a los criminales más empedernidos y en el pensamiento hebreo esto era tan atroz que los israelitas habían aprendido que "maldito todo aquel que muriera en una cruz". (Deuteronomio 21:23). La muerte en la cruz de Jesucristo fue un tropezadero para los judíos porque ellos no podían aceptar que su Mesías muriera de esa manera, pero en el plan de Dios era necesario que el Hijo de Dios muriera en la cruz para que fuera posible la redención de la humanidad, pues la misma Biblia afirma que "sin derramamiento de sangre no se hace remisión" (Hebreos 9:22)

"Enmudeció y no abrió su boca" El cordero no pone resistencia a sus matadores; de la misma manera el Señor Jesucristo no puso resistencia cuando fue juzgado delante de Caifás, Pilato, Herodes.

IV. Por Su Gloriosa Victoria (10b-12).

  • Verá linaje.

    ¿Cuál es el linaje del Señor Jesucristo? Somos todos los millones de hombres y mujeres que en un acto de arrepentimiento por nuestros pecados y en una actitud de obediencia y gratitud hemos entregado nuestras vidas al glorioso Salvador.

  • Verá el fruto de la aflicción de su alma.

    Todos los creyentes en El somos el fruto de la aflicción de su alma.

  • Con los fuertes repartirá despojos (Apocalipsis 21:8).

    El Señor Jesucristo no es sólo el Salvador de la Humanidad, también es el Juez severo que un día juzgará a todos sus enemigos que rechazaron su preciosa oferta de salvación

Conclusión:

Isaías 53 nos habla del sufrimiento del Señor Jesucristo para salvar a toda la humanidad, pero también nos habla de los que por la fe nos entregamos sin reserva para gustar su eterna salvación por gracia. La experiencia más gloriosa que a mí me p0oudo ocurrir en mi vida fue darle mi ser al bendito Señor y Salvador Jesucristo. Haga Ud. una decisión por Cristo y para Ud. también hay esperanza de la vida eterna.

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Pasaje

Isaías 53

1 Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?

2 Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.

3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.

4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.

5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.

7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.

8 Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido.

9 Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.

10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.

11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.

12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

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