| 
      
        |  |  |  |  
        |  | 
 Llevando Los Pecadores A Jesús |  |  
        |  | 
Esaú Crespo
 Introducción:
 Nuestro pasaje de reflexión lo podemos enfocar en cada uno de los siguientes 
personajes: Jesucristo, el paralítico, la multitud que escuchaba o los cuatro 
que cargaban el enfermo; podemos enfocar la reflexión en las actitudes de cada 
personaje: el amor del Señor Jesucristo por los que sufren, el deseo de los que 
querían escuchar la Palabra de Dios, la crítica mordaz de los que murmuraban 
contra la Palabra de Señor o el sacrificio de los cuatro hombres que cargaron al 
enfermo. Por esta vez vamos a pensar en la actitud de aquellos que llevaron el 
enfermo hasta la presencia del Señor. Nos parece que estos hombres hicieron lo 
que el Espíritu Santo quiere que hagamos, y es que llevemos a cada uno de los 
hombres hasta la misma presencia del Señor para que el hombre encuentre una 
respuesta del cielo a cada una de sus necesidades como ocurrió con el enfermo 
que encontró sanidad del cuerpo, pero también el perdón de sus pecados. El Señor Jesucristo estaba en la ciudad de Capernaum, en el norte del país de 
Israel. En los contornos de aquel lugar estaba un hombre con una terrible 
necesidad: la sanidad de su cuerpo para poder hacerle frente a la vida con la 
dignidad con que cada hombre debe responder a los retos del diario vivir. Aquel 
hombre pobre vivía de la caridad pública, pero había llegado el momento de 
terminar con aquel estigma. ¿Cómo ocurrió? Cuatro hombres se pusieron de común 
acuerdo para ayudar a aquel necesitado y obraron de la manera en que el pasaje 
describe su ministerio. I. Los hombres trabajaron en común acuerdo. (v.3) 
  Para ellos había un proyecto común.Su objetivo era llevar el hombre 
  hasta la misma presencia del Señor. Ellos estaban seguros que aquel pobre 
  hombre necesitado hallaría solución a sus problemas en la presencia del Señor.Trabajaron de una manera coordinada.
  No podían tomar rumbos diferentes porque en ese caso no iban a lograr su 
  propósito. El enfermo era cargado por cuatro: dos por delante y dos por 
  detrás; los de adelante podían ver el camino correcto a tomar y los de atrás 
  podían confiar en que los de adelante iban por la senda correcta. La actitud 
  de estos hombres es un ejemplo para los que formamos parte de la iglesia del 
  Señor. Nuestro trabajo debe ser coordinado y en comunión para que logremos el 
  objetivo de que cada persona que nos rodea tenga un encuentro personal con el 
  Señor. La cooperación de aquellos hombres fue coordinada. El apóstol Pablo ordena a la iglesia a que trabaje en comunión para hacer 
  la obra del Señor. Consideremos lo que él dice en el libro de los Filipenses 
  capítulo 2: 2-4: "...completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el 
  mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por contienda o 
  por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como 
  superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual 
  también por lo de los otros". II. La obra de aquellos hombres fue insistente. (v.4) 
  Su trabajo fue insistente.
  El pasaje nos dice que cuando llegaron a la casa no pudieron entrar porque 
  la multitud impedía el acceso de cuatro cargando un enfermo. El obstáculo que 
  encontraron no los desanimó, sino que continuaron con su esfuerzo común que 
  era poner al necesitado ante la presencia del Señor. Hubo necesidad de romper un esquema.
  ¿Cómo se entra a una casa? Por la puerta. Pero en esta ocasión no era 
  posible entrar por la puerta por lo que nuestros personajes tuvieron que hacer 
  algo nunca visto: subir el enfermo por las escaleras de acceso a la terraza y 
  hacer una abertura en el techo lo suficientemente grande como para poder bajar 
  con cuerdas al enfermo. Su acción fue contra la tradición, pero qué importa la 
  tradición si ésta se opone al trabajo del pueblo de Dios que está empeñado en 
  que cada hombre oiga la Palabra del Señor y que así la gente crea en Cristo 
  para que tenga la eterna salvación. Cuántas veces la iglesia ha fallado en su 
  misión por causa de ajustarse a tradiciones que en vez de hacer bien hacen 
  mal. No negamos que algunas tradiciones son buenas y hasta necesarias para el 
  buen funcionamiento del ministerio de la iglesia local, pero si esas 
  tradiciones contradicen la Palabra de Dios y estorban los ministerios de la 
  iglesia local, entonces hay que echarlas al cesto de la basura. III. Los hombres trabajaron con fe. (v.5) 
  La fe es indispensable.
  La Biblia dice en el libro de Hebreos capítulo 11 que sin fe es imposible 
  agradar a Dios. Con frecuencia escuchamos de algunas campañas de sanidad 
  divina, pero los enfermos no se sanan y los tales sanadores afirman que no 
  hubo sanidad porque los enfermos no tuvieron fe, pero este pasaje no dice nada 
  de que el enfermo tuviera fe, sino que el énfasis está en que los cargaron al 
  enfermo tuvieron fe. El pasaje dice claramente que Jesús .al ver la fe de 
  ellos.. La fe nuestra debe descansar en el poder de nuestro Señor Jesucristo.La obra como expresión de la fe.
  Los cuatro hombres trabajaron sacrificialmente. En la vida somos capaces de 
  cualquier sacrificio si nuestra obra está fundamentada en el amor al prójimo y 
  la fe en Dios. Aquellos hombres amaron al paralítico y creyeron que Jesucristo 
  lo podía sanar. Combinaron la fe con el amor y lograron su propósito: sanidad 
  y salvación para aquel hombre necesitado. IV. Los cuatro hombres fueron recompensados. 
  Cuando regresaron a casa ya no tuvieron que cargar al enfermo porque éste 
  era capaz de caminar, puesto que el Señor lo había sanado.La obra de aquellos hombres cambió el destino eterno del paralítico porque 
  la Biblia dice que el Señor Jesucristo le perdonó sus pecados y sabemos que 
  sin el perdón de los pecados ningún pecador irá ala gloria de Dios pues allí 
  .no entra ninguna cosa inmunda que haga abominación y mentira.. La Biblia dice que la gente glorificaba a Dios por el milagro y las 
  palabras que el Señor pronunció en aquella ocasión en cuanto a su poder para 
  perdonar los pecados y para dar la sanidad del cuerpo. Conclusión: La obra de fe, de amor y de servicio que aquellos hombres tuvieron para 
buscar la salvación de un pecador es un gran ejemplo para nosotros para que 
hagamos lo mismo y pongamos todos los recursos que Dios nos ha dado para hacer 
posible que los hombres lleguen a la presencia del Señor y entreguen sus vidas 
al Señor Jesucristo. Visitas: 17352           |  |  
        |  |  |  |  |  | 
      
        | 
           
  Marcos 2:1-12 1 Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa.
2 E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra.
3 Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro.
4 Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico.
5 Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
6 Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones:
7 ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?
8 Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones?
9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda?
10 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico):
11 A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.
12 Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa.
            |  
        | 
           |  |