Marzo 19, 2024
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La Biblia: Un Arma Poderosa

 
 

Josué Mora Peña

En el contenido bíblico igual se habla de salvación como de perdón, adopción, abogacía, seguridad, expiación, iglesia, conversión, muerte, vida eterna, castigo eterno, fe, perdón, gracia, infierno, cielo, imputación, justificación, reconciliación, arrepentimiento, justicia, entre otros muchos temas.

Una de las doctrinas más hermosas de la Biblia es la de la “Hipóstasis.”  Esta palabra fue usada especialmente por Plotino, filósofo griego, nacido en Egipto (205 - 270), quien enseñó en Roma una filosofía en la que fusionaba las doctrinas antiguas y el cristianismo.  Los padres griegos utilizaban esta palabra para significar la personalidad distinta del Padre, Hijo y Espíritu Santo.  Hipóstasis, según lo que se establece en Colosenses 2:9 y 10 es la unión del Verbo con la naturaleza humana: “Porque en él [Cristo] habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad”. 

El tema medular del sermón de hoy hace referencia a una poderosísima arma que como seres humanos tenemos: La Biblia.  El texto clave se localiza en Hebreos 4:12, en él se hace alusión a una espada de dos filos que penetra tanto hasta las partes más vulnerables del cuerpo como en el pensamiento y las intenciones del corazón.

El poder que proyecta la Biblia se atribuye a que la mente y las palabras divinas están inmersas en sus páginas sagradas, las cuales fueron escritas por aproximadamente 40 personas quienes fueron inspirados por Dios, que infundió en ellos sus palabras por lo que podemos decir que el Espíritu Santo está presente en las páginas bíblicas.  1ª de Timoteo 3:16, dice, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir para instruir en justicia”.  Y  2ª de Pedro 1.21 dice, “Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”.

La Biblia constituye por sí misma un arma sumamente poderosa, que requiere para su manejo el conocimiento de cómo hacerlo, pues no existe pecado alguno por grande que sea que resista la fuerza que emana de sus preceptos.  1 de Juan 1.9 dice, “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.

A través de la historia de la Humanidad, la Biblia ha competido con importantes piezas literarias, no obstante lo cual, es el Libro más leído en el mundo entero, el que ha sido traducido a mayor número de idiomas así como el que registra el más elevado índice de ventas.

La Biblia es una colección de 66 libros que constituyen el Libro de Dios, su Palabra Divina por lo que quien lo lee y estudia establece una perfecta comunión con Él, ya que lo llega a conocer de manera personal, encontrándose a sí mismo y consecuentemente alcanzando la felicidad que no le dan las cosas materiales, las riquezas, el status social y el buen nombre, como lo señala en Juan 10:10b, “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. De ahí la importancia de leer, estudiar, meditar y poner en práctica diariamente su contenido.

Quien así lo hace, indudablemente en una persona estable, con una gran fortaleza tanto física como emocional y espiritual que tiene un firme sustento en su ser y hacer cotidiano, ya sea en la alegría, en medio de la aflicción o de cara a la muerte.

La presencia de una Biblia, cuyas páginas gastadas y maltratadas hablan del deterioro a consecuencia del uso, paradójicamente hacen referencia también a una persona con una fortaleza a prueba de todo, lo que indudablemente ha obtenido a través del estudio bíblico sistemático y tenaz aplicado a su vida cotidiana.

¿Cómo responderías tú si alguien que en este momento te cuestionara?

¿Cómo está tu Biblia? ¿La lees y la estudias diariamente? ¿Pones en práctica sus enseñanzas en tu vida diaria?

De acuerdo a lo dicho por algunos siquiatras cristianos en la época actual, si las personas dedicaran más tiempo a la lectura de la Biblia, no habría necesidad de médicos de esta especialidad.

La lectura, el estudio y la práctica de los preceptos bíblicos, asegura a la persona una vida próspera en todos los aspectos: en lo material, espiritual, relación familiar, y en todos aquellos inherentes a su existencia.

Es perfectamente normal que como personas busquemos el éxito y la prosperidad, pero es indiscutible que el crecimiento espiritual habrá de anteceder a cualquier otro. En 3 de Juan, verso 2, dice: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”.  En Mateo 6:33 se nos dice que busquemos primero el Reino de Dios y su Justicia y Dios se encargará de darnos todo lo que necesitamos en la vida.

¿Qué tanto conoces de Dios? ¿Cuánto tiempo dedicas a la lectura de la Biblia? ¿Estás bien con Dios?  Solamente tú puedes contestar a estas preguntas retóricas.

Pregúntate a ti mismo: La lectura de la Biblia te alejará del pecado o el pecado te alejará de la lectura de la Biblia.  Lee tu Biblia diariamente.  Lee el Libro de Proverbios cada mes ya que éste es el Libro de la Sabiduría y todos necesitamos la Sabiduría de Dios. Lee un capítulo diario de acuerdo con la fecha del mes.

Si nunca has leído la Biblia. Lee también el Evangelio de San Juan en donde encontramos cómo ser salvo.

Lee la Biblia para ser sabio; Créela para ser salvo y Vive de acuerdo con lo que dice para ser santo.  Si tienes alguna pregunta sobre la Biblia, no dejes de escribirme.  Dios te bendiga.

josue.mora@iglesiabautista.org

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Hebreos 4:12

12  Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

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